
El Cemento Verde de Argos se ha posicionado como un referente en sostenibilidad dentro de la industria de la construcción en Colombia, cumpliendo cinco años de éxito en el mercado. En 2024, alcanzó ventas superiores a 2,7 millones de toneladas, representando más del 70 % de las ventas de cemento en el país.
Este producto se destaca por su bajo impacto ambiental gracias al uso de materiales cementicios suplementarios, como arcillas calcinadas en Rioclaro y escoria en Sogamoso y Cartagena. Estas innovaciones permitieron el desarrollo de dos tipos de cemento: el Cemento de Uso General y el Cemento Estructural Max, ambos con características sostenibles y reducidas emisiones de carbono.
De las más de dos millones de toneladas vendidas, 1,3 millones correspondieron al Cemento de Uso General, evitando la emisión de más de 402 millones de kilogramos de CO2, lo que equivale a retirar de circulación más de 86.000 vehículos. Por su parte, las 1,4 millones de toneladas de Cemento Estructural Max representaron una reducción de más de 179 millones de kilogramos de CO2, similar al consumo eléctrico de 1,1 millones de viviendas en un año.
Argos comenzó a utilizar arcillas calcinadas en 2020, enfrentando diversos desafíos, como la percepción de que el cemento sería de color verde. Sin embargo, se logró estabilizar el proceso de producción, logrando una reducción de hasta un 45 % en las emisiones de CO2 para el Cemento de Uso General y un 25 % para el Cemento Estructural Max. Claudia Ochoa, gerente de Sostenibilidad de Argos, destacó que la empresa se ha convertido en pionera en el desarrollo de productos más sostenibles y eficientes en el sector.