
La reciente apertura de una investigación por parte de la Corte Suprema de Justicia contra Roy Barreras, embajador de Colombia en el Reino Unido y ex presidente del Congreso, ha generado un gran revuelo en el ámbito político. La investigación se centra en presuntos actos de tráfico de influencias relacionados con la designación de funcionarios en la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian) durante el gobierno de Gustavo Petro.
La revelación de que se encontraron hojas de vida en la casa de Diego Marín Buitrago, conocido como «Papá Pitufo» y señalado como un zar del contrabando, ha sido clave para el desarrollo del caso. Estas hojas de vida estarían vinculadas a la promoción de candidatos por parte de Barreras ante el ex director de la Dian, Luis Carlos Reyes. Este último denunció que enfrentó presiones para otorgar cargos relevantes dentro de la entidad, lo que ha sido tomado como un indicio serio por la Corte.
Barreras, por su parte, ha rechazado las acusaciones y ha calificado a Reyes de «mentiroso» y «showman». Ha hecho un llamado a la Corte para que escuche su versión de los hechos, argumentando que la justicia no debe ser utilizada como un escenario para maniobras políticas.
La diligencia de versión libre está programada para el 6 de mayo, donde Barreras deberá comparecer ante los magistrados y exponer su defensa. Este caso no solo pone en tela de juicio la integridad de Barreras, sino que también refleja las tensiones políticas y las dinámicas de poder dentro del gobierno actual. La situación es un recordatorio del delicado equilibrio entre la política y la justicia en Colombia, y se espera que los próximos desarrollos en este caso sigan captando la atención del público y de los medios.