
La dimisión de Susana Muhamad, ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible de Colombia, ha generado un gran revuelo en el ámbito político del país. Su renuncia, presentada al presidente Gustavo Petro, se debió a su desacuerdo con el nombramiento de Armando Benedetti como jefe de Despacho Presidencial. Este nombramiento ha sido objeto de críticas debido a las acusaciones de corrupción y a un escándalo de violencia machista que Benedetti enfrentó cuando era embajador.
Muhamad, quien se identifica como feminista y defensora de los derechos de las mujeres, expresó que no podía permanecer en el gabinete junto a alguien que considera no está alineado con esos valores. Durante una reunión del consejo de ministros, que fue transmitida en vivo, Muhamad se hizo eco de las críticas de la vicepresidenta Francia Márquez, quien también cuestionó la idoneidad de Benedetti para el cargo.
A pesar de no haber renunciado de inmediato después de la reunión, Muhamad sostuvo que su postura se mantenía firme y que había decidido presentar su renuncia debido a la decisión del presidente de conservar a Benedetti en su puesto. Esto ha llevado a un ambiente de tensión dentro del gabinete, donde otros miembros también han expresado su descontento, resultando en la renuncia de otros funcionarios clave.
La situación refleja una lucha interna en el gobierno de Petro, donde la lealtad a decisiones polémicas pone en jaque la cohesión del equipo ministerial. Muhamad ha sido reconocida por su labor en cuestiones ambientales y su trabajo en la COP16, lo que añade un matiz significativo a su salida del gabinete. La respuesta del presidente Petro y su capacidad para manejar esta crisis interna serán cruciales para la estabilidad de su gobierno en los próximos meses.