
El incidente en el Centro de Reclusión Marco Fidel Suárez en Tunja, que ocurrió el 15 de marzo, se desató debido a la prohibición de ingresar una pizza, lo que llevó a un motín por parte de algunos jóvenes recluidos. Los disturbios comenzaron alrededor de las 6:00 de la tarde, resultando en daños materiales significativos y lesiones a un funcionario.
El coronel Javier Gustavo Lemus Pinto, comandante de la Policía Metropolitana de Tunja, explicó que se intentaron protocolos de mediación, pero al no tener éxito, se activó la intervención del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad). Durante la intervención, los jóvenes lanzaron objetos desde la parte alta del establecimiento, lo que llevó a la Policía de Infancia y Adolescencia, junto con otros organismos, a mediar en la situación sin lograr un acuerdo.
Los daños dentro del centro incluyeron sillas, mesas y vidrios rotos, y uno de los docentes resultó herido en la espalda y la cabeza. Ocho personas fueron capturadas, incluidas dos mayores de edad y cuatro menores. Se les imputarán delitos como daño a bienes del Estado y lesiones personales. La situación fue controlada y los capturados fueron puestos a disposición de la Fiscalía General de la Nación para las acciones legales correspondientes.